divendres, 5 de juny del 2009

La mirada del cielo




Y quedó prendado que aquellos ojos de color de cielo, tal vez color de mar. Sí, aquellos ojos eran como un sortilegio de encanto. Poco a poco fue adentrándose en la fantasía de su mirada. Pero él nunca supo a qué rostro pertenecían aquellos iris azules, jamás fue capaz de apartar la mirada de la mirada cristalina que lo había embrujado... y así terminó, durante días tuvo la mirada fija en ella. Hasta el fin.

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