dimecres, 19 d’agost del 2009
A primera vista.
Y sintió como en su interior estallaban una y otra vez los fuegos de artificio, hasta podía sentir los colores sin verlos siquiera. Pum... una explosión brillante. Pum... otra. Y otra, y otra, y otra... se repetían sin cesar, hasta que se dio cuenta. En realidad las explosiones eran su corazón, bombeando a más velocidad, con mayor fuerza e intensidad. Y delante suyo, más guapa que cualquiera, su nuevo amor.
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