diumenge, 14 de juny del 2009

¡Otra vez!




En aquel momento me aplacó un aburrimiento sublime y dejé de trabajar. Insistían, me atizaban para que siguiera con mi trabajo, pero realmente no podía más. Tal era el agotamiento que entré en un sueño profundo, pobre de mí que tan poco duró el poder dormir tras tanto tiempo: me pusieron pilas nuevas. Así mi amo pudo seguir pegándome mientras yo me quejaba plasmando mis letras en la pantalla del ordenador. ¡Qué vida tan dura la del teclado!

dijous, 11 de juny del 2009

El último esfuerzo



Corría, como un desesperado corría. Lo atacaban y él fintaba sin problemas... pero era una ofensiva constante. Cada vez faltaba menos, podría decir que habría terminado y no lo volverían a placar. Queda poco tiempo: treinta segundos, veinte, diez, cinco, cuatro, tres, dos, uno y... ¡punto y partido! Y tanto tirarse unos contra otros por una maldita pelota.

dilluns, 8 de juny del 2009

Los instintos afloran



Se miró las manos ensangrentadas y gimió al ver el cadáver pálido de su víctima a sus pies. Los instintos, pensó. La sangre por sus venas corría con fuerza, se sentía más vital que antes de cazar a su presa. Se arrodilló y miró con atención el cuerpo inerte que yacía en el suelo, lo observó con atención hasta encontrar la marca que más temía encontrar allí. Como acto reflejo se llevó la manga de la camiseta a los labios. Sangre. Soy un monstruo, se dijo con una sonrisa involuntaria en los labios. Los instintos afloran.

Denuncia por robo


Abrió el cajón y no había nada, así que rebuscó por toda la casa. Nada, no estaba, pero no podía haberlo perdido. Se fue directo a comisaría y, allí, como es habitual hizo una denúncia por robo. Cuando el policía preguntó qué había sido sustraído de la casa, quedó atónito. No se habían llevado dinero ni objetos de alto valor económico. "Señor agente, lo tenía guardado en el cajón, ¡me han robado el corazón¡"

divendres, 5 de juny del 2009

La mirada del cielo




Y quedó prendado que aquellos ojos de color de cielo, tal vez color de mar. Sí, aquellos ojos eran como un sortilegio de encanto. Poco a poco fue adentrándose en la fantasía de su mirada. Pero él nunca supo a qué rostro pertenecían aquellos iris azules, jamás fue capaz de apartar la mirada de la mirada cristalina que lo había embrujado... y así terminó, durante días tuvo la mirada fija en ella. Hasta el fin.

dijous, 4 de juny del 2009

La búsqueda



Tomó la fotografía y la miró atentamente. Así que ese era él. Sabía que al rato se olvidaría de su rostro, incluso de su nombre, y algún día tal vez hasta de su existencia. Nadie había allí para recordarle quién era. Se encendió un cigarrillo y, con este mismo, quemó la fotografía. Tal vez olvidarse de sí mismo era lo correcto, pero lo olvidaba todo, en realidad no sabía nada. Tan sólo podía seguir buscando. Al fin y al cabo eso es lo único que todos pueden hacer: seguir buscando.

dimecres, 3 de juny del 2009

Un corazón rojo, por favor.


"¿Qué quieres para tu cumpleaños?" preguntó el muchacho. Ella lo miró como buscando algo en el interior de su compañero, al fin respondió: un corazón. El chico hizo una mueca y ella siguió con su petición. "Un corazón rojo, tu corazón, y no me refiero a esos de espuma que venden por ahí". Así pues, como su chica pedía, se desnudó y se arrancó la piel del pecho, se arrancó todo cuanto molestaba hasta llegar al corazón y, al verlo, declaró: mejor me lo quedo, ¡nunca he tenido el corazón tan rojo!

dimarts, 2 de juny del 2009

El vuelo del soñador




Siempre le habían dicho que el mundo de los sueños era infinito, que en él no había límites y podías hasta volar. Le gustaba la idea de volar, así que antes de meterse en la cama, buscó por los cajones y se puso su nuevo pijama azul con capa roja y una gran S en el pecho. Buenas noches.